Un aparatoso accidente de tránsito sacudió la Circunvalar de la Prosperidad la noche del miércoles 17 de diciembre, a la altura del corregimiento de Juan Mina, en el tramo que comunica el corregimiento La Playa con Galapa. El siniestro, reportado alrededor de las 10:20 p. m., dejó como saldo un joven motociclista fallecido, dos personas heridas y un vehículo deportivo completamente calcinado, en un escenario que las autoridades asocian con presuntos piques ilegales y exceso de velocidad en una vía de baja iluminación nocturna.
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Según los reportes preliminares, el choque involucró a dos motocicletas y un Chevrolet Camaro modelo 2024, que terminó fuera de la carretera y envuelto en llamas tras el impacto. Agentes de tránsito y unidades de bomberos atendieron la emergencia y evitaron la propagación del fuego en la maleza del sector.
Esta fue una de las motocicletas implicadas en el accidente. Foto:Redes sociales
De acuerdo con fuentes oficiales y versiones de testigos, el Camaro, de placas PBN‑569, conducido por Jesús Daniel Viera Torres (26 años), embistió primero una motocicleta Suzuki AX4, placa EHH‑27G, pilotada por Ricardo Ballestas De la Hoz (20 años), quien falleció en el lugar. En la maniobra posterior —mientras el conductor del auto intentaba frenar y el vehículo daba giros—, el Camaro impactó una segunda motocicleta Suzuki GSX‑S 1000, placa GYN‑18G, en la que se movilizaban Yesid Junior Pérez Pineda (20 años) y Scarlet Judith Torres Alvear (23 años); ambos resultaron heridos y fueron trasladados a centros asistenciales del norte de la ciudad para valoración especializada.
Entre las lesiones reportadas para Torres Alvear se encuentran trauma pélvico y posible compromiso de columna, mientras Pérez Pineda registró contusiones múltiples. El conductor del Camaro sufrió golpes leves; versiones coinciden en que el vehículo circulaba a alta velocidad en un ambiente de posible competencia clandestina y con motos sin luces encendidas, lo que habría reducido la visibilidad.
El choque involucró a dos motocicletas y un Chevrolet Camaro. Foto:Redes sociales
Tras los impactos, el Camaro abandonó la calzada y cayó por una pendiente en las inmediaciones del puente de Juan Mina. En cuestión de segundos, el automóvil se incendió y quedó destruido por completo, escena que obligó la movilización de dos máquinas del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla para controlar el fuego y asegurar el área, mientras los equipos de rescate y tránsito realizaban el levantamiento del cuerpo y coordinaban el traslado de los lesionados.
Testimonios y reportes señalan que el corredor es frecuentado por conductores de motos y carros durante la noche y la madrugada para realizar carreras clandestinas, situación que añade complejidad al análisis de causas y responsabilidades del siniestro. Las autoridades abrieron líneas de investigación sobre velocidad, condiciones de iluminación, señalización y eventual participación en piques, a fin de establecer conductas sancionables y determinar si hubo imprudencia o violación de normas de tránsito por parte de los involucrados.
Ricardo Ballestas De la Hoz, el joven que resultó fallecido en el accidente. Foto:Redes sociales
La Policía de Tránsito y los organismos locales consultados mantienen como hipótesis principales el exceso de velocidad y la falta de visibilidad por motos sin alumbrado, además de la realización de piques ilegales en ese tramo. De confirmarse la práctica de competencias clandestinas, podrían derivarse cargos por homicidio culposo, lesiones personales y participación en carreras ilegales, con el consiguiente proceso ante Fiscalía y sanciones contempladas en el Código Nacional de Tránsito.
El fenómeno de los piques nocturnos
La Circunvalar de la Prosperidad y otras vías del Atlántico —la Circunvalar y la Vía al Mar— se han convertido en puntos recurrentes de piques y exhibiciones de velocidad, un fenómeno que mezcla factores como escasa vigilancia en horarios críticos, iluminación deficiente en segmentos, percepción de “pista abierta” y la cultura de reto entre grupos de conductores.
Moradores del sector grabaron el momento del incendio del vehículo. Foto:Redes sociales
En distintos momentos del año, se han documentado choques con víctimas y daños considerables vinculados a este patrón de riesgo. En varios reportes recientes, se describe la concentración de motociclistas y autos deportivos, con maniobras peligrosas y uso irregular del alumbrado, lo que incrementa el potencial de accidentes catastróficos cuando la velocidad se combina con curvas, puentes y superficies desgastadas.
A esto se suma que, en corredores como el de Juan Mina, la mezcla de tráfico intermunicipal, tránsito de carga y flujo recreativo nocturno crea escenarios de alta exposición. Los bomberos y equipos de rescate han advertido que el tiempo de respuesta se complica cuando los siniestros ocurren en puntos con pendientes o áreas de maleza, como se evidenció con el Camaro incinerado tras caer fuera de la vía.
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Las autoridades ya se han referido al tema dados los siniestros y una eventual urgencia de intervenciones integrales y no solo ‘operativos anti‑piques’. La meta es reducir la siniestralidad asociada a conductas de riesgo —competencias, “tomas” nocturnas y modificaciones mecánicas no autorizadas— que, como en este caso, pueden terminar en tragedias con larga estela judicial y hospitalaria.
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