Editorial de EL TIEMPO del 8 de diciembre de 2025: Rigor con el galeón

El reciente anuncio del Gobierno sobre la recuperación de cinco objetos del galeón San José fue presentado como un triunfo histórico, casi como un hito fundacional de una nueva era para el patrimonio sumergido del país. El propio presidente Gustavo Petro estuvo presente en el evento.

Si bien el anuncio generó expectativa y esperanza, pues se trata de algo así como un anhelo común del país alimentado por décadas, es necesario tener en cuenta las alertas posteriores lanzadas por expertos. En este sentido han subrayado la improvisación, la falta de rigor técnico y lo que parece un uso político de un yacimiento arqueológico cuya importancia excede con creces la necesidad de enviar un mensaje en equis o ye dirección de cualquier administración. Tienen razón los conocedores que insisten en que lo que importa del galeón San José no es lo que pueda proporcionarle a la imagen de un gobierno de turno, sino lo que su riqueza –material y sobre todo histórica– puede aportar a la sociedad.

Estos hallazgos son importantes, claro, pero han sido señaladas situaciones preocupantes que rodearon el anuncio en cuestión. La extracción de un cañón, las fracturas evidentes en piezas de cerámica y la manipulación repetida de los objetos revelan la ausencia de protocolos mínimos de conservación. El propio Estado reconoce que las piezas fueron trasladadas a laboratorios cuya infraestructura no es ni pública ni verificable, lo que siembra dudas sobre la existencia real de la capacidad técnica que se pregona. Y que es indispensable. Los equipos de la Armada y la Dimar que tuvieron a su cargo la tarea tienen sólida experiencia en operaciones marítimas, desde luego, pero este campo es diferente al del manejo patrimonial, área que no les corresponde y en la cual terminan incursionando a raíz de decisiones del Ejecutivo. El trabajo con el patrimonio sumergido exige especialistas con autonomía, criterios arqueológicos claros y un marco institucional robusto y transparente que hoy, por desgracia, sigue sin salir a flote.

El verdadero tesoro del San José radica en el conocimiento que puede ofrecer sobre nuestro pasado. El Estado debe actuar con rigor

El patrimonio sumergido es un delicado asunto de Estado. Su manejo debe regirse por la transparencia, la documentación exhaustiva y el consenso científico. Sin ello, cualquier intervención –por bien intencionada que sea– pone en riesgo un archivo subacuático único en el mundo de gran valía. Lo hallado hasta ahora confirma la enorme oportunidad que representa este proyecto para comprender rutas comerciales, tecnologías de navegación, dinámicas sociales y episodios bélicos del siglo XVIII. Anuncios iniciales del Gobierno hace unos meses dieron motivos para creer que se avanzaba por la dirección correcta. Por eso, la importancia de evitar todo aquello que se aleje de la planificación técnica.

Se requiere la participación de la comunidad académica, fortalecer al Icanh y garantizar que toda decisión responda al interés general. El verdadero tesoro del galeón San José, mucho más que en sus objetos, radica en el conocimiento que puede ofrecer sobre nuestro pasado. Y ese tesoro solo podrá preservarse si el Estado actúa con la seriedad, la serenidad y el rigor que este patrimonio exige.

EDITORIAL

editorial@eltiempo.com

Por admin

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *